Lidisay
Pastora y Ninoska Beatriz tienen 44 años. La primera nació en enero y la
segunda cuatro meses después. Una estudió medicina y la otra derecho. Una
médica, la otra abogada.
Ninoska está
muerta desde el jueves y Lidisay está en la cárcel desde el viernes.
Magistrada Ninoska Queipo Briceño |
De la abogada
se sabe mucho, ya que era magistrada y presidenta de la sala penal del Tribunal
Supremo de Justicia de Venezuela. Su rostro y su nombre están en todos los
periódicos y en los canales de televisión. Y durante varios días la prensa hizo
seguimiento de su afección.
De la médico
poco se sabe. Apenas su nombre, luego de que la fiscalía (órgano acusador de la
justicia penal) solicitó su captura el pasado viernes, seis días antes de la
muerte de Ninoska, quien permaneció en cuidados intensivos desde el día después
de la intervención.
Por lo pronto
es la única persona señalada en el hecho, aunque el Centro Médico Platinum
(Unidad Quirúrgica 57 C.A.), ubicado en la avenida Río de Janeiro, (en cuyo
quirófano se efectuó la intervención) fue cerrado con una medida de clausura
asegurativa.
El rostro de
Lidisay obviamente no se conoce (y no debe conocerse por razones obvias) pero
como yo logre ver una foto familiar si puedo decir con propiedad que tiene cara
de “gente buena”.
Vainas de uno
eso de ponerle etiquetas a los rostros de la gente. Hay gente que tiene “cara
de malo”, aunque cuando uno los conoce resultan no ser tan mala gente, e
incluso hasta terminan siendo bien panas.
Hay otros que
ponen caras de “mosquita muerta” o de “no quebrar un plato”, pero siempre hay
algo que indica que esas no son otra cosa que unas buenas máscaras.
Pero la cara
de “gente buena” es muy difícil de simular. Por eso, arbitrariamente en mi
“carómetro” (y con mis no muy abundantes
conocimientos de “carología”) siento que Lidisay no sólo tiene cara sino que es
“gente buena”.
En la foto
ella se ve como una mujer sencilla, con nada o un muy discreto maquillaje, con
el cabello negro largo. El rostro tiene facciones campesinas, es morena clara,
con ese color de piel de la gente de las serranías de Lara, Portuguesa o
Trujillo.
En una casa en Chuao se hizo la intervención |
Realmente no
tiene cara de doctora (asi lo enseñaron a uno desde chiquito) pero si, quizá,
de una maestra o profesora.
Ya con ese
color y facciones uno comienza como a sentirse identificado con Lidisay. Y
entonces se le empieza a parecer a una tía o una prima o hasta a una novia de
Carache que se cansó de esperar por mí y terminó yéndose para Italia.
Con Lidisay
está a su izquierda un hombre más blanco que ella, de cabello negro, quien (en
una razonada suposición) habrá de ser su marido, y a la derecha un adolescente
blanco, con cejas pobladas, amplia sonrisa y una gorra azul, quien debe ser su
hijo.
Al curiosear
en la cuenta twitter de Lidisay conseguí enlaces con cuentas de organizaciones
de ayuda a personas con autismo y lo relacioné con alguna expresión del chico.
Y claro, eso hace que me simpatice más. Y conste que no es por ninguna
pendejada lastimera, sino porque se ve bien como los tres se ven felices y eso
es bueno.
Más adelante
veo tuits donde felicita al muchacho por participar en una actividad del
sistema de orquestas juveniles ante la Sinfónica de Los Angeles.
Por los otros
tuits no podría determinar con nitidez las preferencias políticas de Lidisay.
Aunque el primero que escribió, en julio de 2011, es para recomendar un enlace
para ver Telesur desde el blackberry.
Y si vamos a
los seguidores muchos no dudarían en calificarla de chavista: sigue a
@chavezcandanga, a Carola Chávez, a Pérez Pirela y a La_Iguana. Aunque también lo hace con
Capriles. En todo caso no es ninguna
fanática y eso ayuda a que me siga cayendo bien.
Lidisay es de
Acarigua, estado Portuguesa. Su centro de votación allá está ubicado en una
zona popular, por lo que seguramente ella pertenece a un estrato social con
esas características.
La carrera de
medicina la hizo en la Universidad Centro-Occidental Lisandro Alvarado (UCLA),
ubicada en Barquisimeto.
Y uno que es
guaro de nacimiento, barines de crianza y caraqueño por elección participativa
y protagónica, siente que Lidsay es como una compañera de ruta que se pudo
haber encontrado en algún autobús entre Valencia y Acarigua.
Pero si
además uno recuerda que su hermana (o sea la mía) cursó algunos años de
medicina en la misma universidad de Lidisay, y que su hija (de nuevo la mía)
estudia también medicina y como pronto podrá ser una doctora como la cirujana
plástica de esta historia, entonces aumentan los elementos de conexión.
Además la
doctora Galeno Aular (esos son sus apellidos) es cirujana pediátrica. No sé si
para esa especialidad es necesario ser pediatra, pero ya el sólo hecho de que
su trabajo en algún momento se haya dedicado a los niños es otro factor que sin
duda hace que uno la perciba como “gente buena”.
En el área de
la medicina estética las credenciales de la doctora Galeno no pueden ser
mejores: es (o ha sido) la coordinadora del postgrado de cirugía plástica, reconstructiva
y maxilofacial del hospital “Dr. Domingo Luciani” del IVSS, ubicado en El
Llanito. Es decir, es parte del sistema de formación de los nuevos cirujanos
plásticos.
Al ser
integrante de un servicio como ese, en un centro de salud público, debe haber hecho numerosas intervenciones
reconstructivas para rehabilitar las capacidades de la gente con menos
recursos. Además de poner tetas y culos y sacarle la manteca a gordas y gordos
en el sistema privado.
El quirófano según el sitio web de Platinun |
La
información divulgada sobre la muerte de la magistrada Queipo Briceño indica
que sufrió una septicemia luego de una operación estética. La mayoría de los
medios hablan de una liposucción.
Una
septicemia es una infección generalizada y en este caso se trataría de una
infección de origen quirúrgico.
La
documentación que hemos consultado resalta los cuidados referidos a la
preparación preoperatoria del paciente y de los brazos y antebrazos del equipo
quirúrgico. Y hace especial énfasis en las condiciones del quirófano como la
ventilación, limpieza y desinfección, así como la esterilización del
instrumental quirúrgico y el uso de trajes quirúrgicos.
Puede
entenderse que la orden de captura de la doctora Galeno sea consistente con su
actuación en la cirugía. Sin embargo la garantía de la asepsia y seguridad
microbiológica del quirófano es responsabilidad directa de la administración
del centro de salud y no del cirujano.
Cabe destacar
que el grupo médico se define como especialistas en “servicio quirúrgico
ambulatorio” y aunque hay unas normas del ministerio de salud que regulan estos
espacios, es evidente que se consideran intervenciones de menor complejidad.
Hoy es la
audiencia de presentación de Lidisay, en la cual será imputada por los fiscales
10º nacional y 38° del Área Metropolitana de Caracas, Richard Monasterios y
Alejandro Corser. El boletín no adelanta cual sería la imputación.
Nadie puede
dudar que el hecho de que la víctima sea una magistrada del TSJ tiene un peso
acorde con la majestad del cargo (son esas vainas del Estado burgués que no he
inventado yo). Pero lo deseable es que eso no constituya un agravante indebido
en el proceso que se le va a seguir a la doctora Galeno.
Entre tanto
queda la idea de que la celeridad fue extrema en este caso. Hechos como la
muerte del productor agrícola Antonio Santos (http://tinyurl.com/9furt34) , quien llegó con la tensión alta al
Instituto Médico La Floresta y murió por una perforación intestinal, aún no
culminan con la apertura de un proceso judicial .
La felicito su forma de redactar y contarnos las historias es fenomenal.. Siga colaborando a que todos comprendamos los sucesos mejor al poder apreciar su óptica de los fenómenos diarios..
ResponderBorrarSaludos