Los negocios del autoproclamado


>>Plan del “billón papaya” de Guaidó sería producto de compra forzosa de refinería de PDVSA en República Dominicana

>> Cuñado de Juan Planchart es vicepresidente de generadora eléctrica en ese país y participa en sociedad con magnate de las “energías limpias” ligado a la familia Clinton

Víctor Hugo Majano / La Tabla

El “billón” de dólares (en realidad 1 mil millones) que el abogado petrolero Juan Antonio Planchart Márquez le prometió a Juan Guaidó está relacionado con la compra forzosa del 49 por ciento de las acciones de PDVSA en la refinería Refidomsa, tal como lo ha planteado desde enero el gobierno dominicano.

Pero adicionalmente una investigación de la plataforma de periodismo de datos LaTabla descubrió que Planchart es cuñado del vicepresidente de la Empresa de Generación Eléctrica Haina, operadora energética de República Dominicana, uno de los principales clientes de la refinería en disputa con interés en tener participación en la misma.

También identificó la relación de un grupo empresarial venezolano con el magnate de la energía Rolando González-Bunster, propietario de InterEnergy Holdings, con inversiones en el sector eléctrico de naciones caribeñas y centroamericanas y promotor de las “energías limpias”.

Juan Planchart, un experto legal en materia energética, de 44 años de edad, apareció involucrado en un plan orquestado por el diputado Juan Guaidó para apropiarse de activos de Venezuela en virtud del reconocimiento recibido por algunos gobiernos tras autoproclamarse “presidente interino”.

De acuerdo con pruebas obtenidas de los teléfonos de Roberto Marrero (su asistente detenido el 21 de marzo por orden de un tribunal penal) Planchart había ofrecido información confidencial para tener acceso a fondos de dos fuentes, que sumaban 1 mil millones de dólares, relacionados con operaciones de la refinería Refidomsa.

Este complejo procesa crudo venezolano suministrado a través del programa de Petrocaribe (diseñado por el desaparecido presidente Hugo Chávez) de facilidades de acceso y pago que ha beneficiado por más de una década a las naciones del Caribe. La refinería es propiedad del gobierno dominicano, con un 51 por ciento de las acciones, y de PDVSA con un 49 por ciento.

El 11 de enero el presidente de Refidomsa, Felix Jiménez, le dijo a la prensa que el gobierno estaba negociando la compra en forma amistosa del 49 por ciento desde diciembre de 2018. Pero advirtió que si PDVSA no aceptaba hacer la venta el presidente Danilo Medina se vería obligado a recurrir a la vía judicial para declarar la utilidad pública de la refinería y proceder con su adquisición forzosa.

República Dominicana argumenta que el bloqueo y las sanciones a Venezuela harían inviable la operación de la refinería, que sería afectada por las medidas de EEUU y la UE.

Jiménez dijo también que el gobierno tenía el dinero para la compra, según había informado el ministro de Hacienda Donald Guerrero, y estimó que las "negociaciones" podrían tardar uno o dos meses, plazo que ya se habría agotado.

Esto implica que el gobierno de Medina iría en los próximos días a la "compra forzosa", lo que sería una confiscación pues el supuesto pago que se haga no se entregaría al gobierno constitucional de Venezuela sino a Guaidó.

La otra parte del millardo provendría de un remanente de deuda petrolera (estimada en 240 millones de dólares para febrero de 2018) la cual "no pudo" pagar República Dominicana por el bloqueo financiero a Venezuela. Ese mismo alegato se usaría si PDVSA accediera a la venta de Refidomsa, es decir los fondos quedarían inmovilizados o listos para ser entregados al supuesto presidente reconocido por el gobierno de Medina.

El presidente de Refidomsa agregó que el plan es que una vez que el Estado dominicano tenga plena propiedad de la refinería se le dé participación al "sector privado nacional" en la empresa. Es decir, la idea es robársela a PDVSA para privatizarla.

En realidad se trata de un “negocio de familia”. Juan Planchart tiene una hermana llamada Beatriz casada con Luis Sanz Picón. Todos son venezolanos pero con extraordinarios intereses en el mercado de energía dominican.

El hecho es que Sanz Picón es vicepresidente de la Empresa Generadora de Electricidad Haina, la principal operadora del sector eléctrico.

El forma parte de una organización empresarial familiar con sus hermanos Antonio, Carlos y Daniela Sanz Picón y sus padres Carmen Luisa Picón y Luis Agustín Sanz. Su participación en EGE Haina debe ser importante para tener la vicepresidencia.

Es evidente que Juan Planchart tuvo acceso a información privilegiada a través de su cuñado Luis Augusto, quien a su vez la obtuvo de la estructura de EGE Haina, que sin duda, como importante consumidor de combustibles para la termogeneración tiene interés en Refidomsa

Planchart Márquez, según comprobó La Tabla, efectivamente es familiar de Juan Guaidó aunque no es su primo sino su tío-segundo. En realidad es primo de la madre de Guaidó.

La madre de Juan es Beatriz Márquez (fallecida en 2014) hermana de Juan Bautista Márquez (fallecido en 2015) padre de Norka Márquez y abuelo de Guaidó.


"Negocio de familia" y de transnacionales
Una revisión detenida de los datos permite ubicar otras relaciones de la familia Sanz Picón con inversiones del sector eléctrico dominicano y de otros países de América Latina.

Daniela, la única mujer de los hermanos Sanz Picón, está casada con Jesús Ignacio Bolinaga Serfaty, quien desde 2013 es gerente general del Consorcio Energético Punta Cana-Macao (CEPM), que se dedica a la generación, transmisión y distribución eléctrica en el polo turístico Punta Cana Macao-Bavaro y Bayahibe. La compañía suministra la electricidad al 65 por ciento de la oferta hotelera y tiene una concesión hasta 2032.

Bolinaga fue gerente comercial de la Electricidad de Caracas y es hermano de Miguel Bolinaga, principal figura gerencial de la compañía de energía de la capital venezolana cuando era operada por la estadounidense AES, hasta su nacionalización en 2008. Actualmente es el gerente de AES en Panamá y controla las operaciones en Centroamérica y en la costa atlántica de Colombia.

La compañía para la que trabaja Jesús Bolinaga en RD es propiedad del magnate de origen argentino Rolando González Bunster, cuya principal compañía es InterEnergy Holdings domiciliada en las Islas Cayman y con inversiones en Jamaica, Panamá y Chile, además del territorio dominicano. En ese país es también director de la EGE Haina, la misma en la cual es vicepresidente el cuñado de Planchart, Luis Sanz Picón.

González Bunster es director de la Fundación Clinton, es amigo personal de la familia y se le considera uno de los principales donantes de la campaña de Hillary Clinton en 2016.

Pero el aspecto de mayor interés es su desempeño como impulsor de las llamadas “energías limpias” a partir de paneles solares y sistemas eólicos, los cuales ha venido incorporando en su proyectos en el Caribe.

Forma parte de un grupo de inversores que impulsan esas opciones y entre los que destaca el magnate británico Richard Branson, quien a través de Virgin, es propietario de BMR Energy, que opera sistemas eólicos y fotovoltaicos en Centroamérica y el Caribe. Participa en un fondo de 1 mil millones de dólares creado por Bill Gates.

En diciembre de 2014 Branson le dijo a The Guardian que el colapso de precios del petróleo tenía el fin de dañar las energías limpias y no sólo la industria del fracking en EEUU. Este dato puede explicar el interés de Branson en involucrarse con el “caso Venezuela” y promover el concierto en la frontera el 23 de febrero, con el velado propósito de obtener alguna influencia sobre el destino del petróleo venezolano e impedir una reducción del precio.

Asimismo podría explicar el intenso ataque contra Petrocaribe que garantizaba acceso a petróleo para la generación eléctrica a precios y en condiciones accesibles. Este plan sin duda afectaba las “energías limpias”, que generan una dependencia de tipo tecnológico.

Nota publicada en Cuatro F
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