Así recibe el peronismo a la Argentina tras cuatro años de neoliberalismo


La fórmula Fernández-Fernández, encabezada por Alberto Fernández, del Frente de Todos; se alzó este domingo con el triunfo en la elecciones generales al vencer en primera vuelta al candidato derechista Mauricio Macri, quien en cuatro años de gestión revirtió todos los avances en materia social y económico logrados por el kirchnerismo desde el 2003 hasta el 2015.

El dirigente político del peronismo recibe un país que no sólo ha retrocedido en sus indicadores económicos, abriendo grandes brechas a la desigualdad, sino que debe enfrentar la entrega de la nación al Fondo Monetario Internacional (FMI) por parte de la administración de Mauricio Macri, quien desde su llegada al poder era el consentido por la cúpula empresarial y trasnacional.


Es por ello que se prevé que los primeros meses de gestión de Alberto Fernández no serán para nada una luna de miel. Debe revertir de forma inmediata ciertos indicadores para elevar nuevamente el bienestar de los argentinos.

*Inflación del 290 por ciento*

Macri le deja una herencia a Fernández de 290 por ciento de inflación acumulada en cuatro años de gestión. Nada más en 2019 este indicador se colocó en 55 por ciento.

Esto se refleja de manera muy visible en las “subas”, como se le conoce a los incrementos de tarifas, en los servicios públicos en cuatro años de gestión. Por ejemplo, la tarifa de electricidad se colocó en 3.240,1 por ciento, mientras que el gas  aumentó en 4.096,3 por ciento; según datos del Centro de Economía Política Argentina (CEPA).

Vale Recordar que cuando Cristina Fernández abandona el poder en 2015 la inflación llegó a 27 por ciento, con tendencia a bajar ese año.

*Aumento acelerado del dólar*

El aumento del dólar también fue algo evidente desde la llegada de Macri en 2015, cuando lo recibió a un precio de 9,84 pesos gracias al “cepo” o control cambiario que había colocado Cristina Fernández.

En la actualidad la moneda estadounidense se cotiza en 65 pesos por dólar, lo que equivale a un incremento de 560 por ciento, que lo coloca por encima de la inflación. Pero este aumento fue progresivo en el gobierno de Macri.

En el 2016 cerró en 16,17 pesos, equivalente a un aumento del 64,3 por ciento, mientras que en el 2017 se posicionaba en 18,95 pesos, equivalente a un 17,20 por ciento de aumento.

Sin embargo, el año más fuerte fue el 2018. En abril el precio del dólar llegaba a 20,90 pesos. Desde allí inició una corrida cambiaria y cinco meses más tarde cerraba en 40,53 pesos, lo cual se mantuvo hasta marzo de 2019 y un mes más tarde llegó a 46 pesos.

Luego de perder en el mes de octubre las elecciones primarias, conocidas como las PASO, en la que ya se vislumbraba el triunfo de los peronistas, Macri dejó correr la moneda estadounidense llevándola a 60 pesos.

*Entrega del país al FMI*

Pero lo más grave no es esto. La vuelta de Argentina al Fondo Monetario Internacional (FMI) se produjo a mediados del 2018. La excusa era conseguir los dólares para contener la dolarización. Es por ello que la instancia financiera neoliberal le desembolsó un crédito por más de 50. 000 millones de dólares, que tuvo como resultado un endeudamiento al que Alberto Fernández se debe enfrentar desde el 10 de diciembre próximo.

Según un informe de la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV) la deuda pública de argentina creció en más del 50 por ciento entre diciembre de 2015 y junio de 2019. Es decir,  más de 334 mil millones de dólares en endeudamiento. Esto sin contar la fuga de 73.160 millones de dólares.

Según el informe de la casa de estudios, Alberto Fernández de entrada deberá enfrentar vencimientos de deuda por un orden de 223 mil millones de dólares, de los cuales el FMI se quedará con 50 mil millones de dólares. Los pagos al FMI se concretarán en 2022 y en 2023 deberá hacer otro desembolso de 45 mil millones de dólares.

“Sin contar los vencimientos en pesos y con los organismos multilaterales, Argentina deberá enfrentar vencimientos en dólares por un total de u$s100 mil millones en el periodo 2020-2023”, dice el escrito.

*Caída del PIB *

Todo esto se evidencia en el Producto Interno Bruto (PIB), el cual está en recesión oficial desde septiembre de 2018, tras acumular dos trimestres consecutivos de contracción.

Los datos del FMI estiman que a finales de este 2019 el PIB se ubique en -3,1 por ciento. Cuando Macri llegó al poder en 2015, el país tenía un crecimiento de 2,7 por ciento.

*¿Pobreza 0?*

Y todo esto obviamente implica un fuerte impacto en los niveles de vida de los argentinos. El slogan de “Pobreza 0” de Macri en su campaña para las elecciones de 2015 fue sólo eso marketing político.

Según datos del El Instituto Nacional de Estadística y Censos de la República Argentina (INDEC) para junio de este año, 26 millones de personas viven en situación de pobreza, lo que equivale a un 35,4 por ciento de la población. De estos un 7,7 por ciento de la población se encuentra en estado de indigencia.

Sin embargo, para cuando Alberto Fernández se posicione en la Casa Rosada la pobreza podría alcanzar al 40 por ciento de la población. Según el INDEC, 1 de cada 2 niños menores de 14 años viven en situación de pobreza.

Otro dato a tomar en cuenta es que en el segundo trimestre del año, la brecha de ingresos entre el 10 por ciento más rico de la población y el 10 por ciento más pobre aumentó de 21,5 a 23 veces, es decir, el 10 por ciento más rico de la población se apropia del 32,8 por ciento de los ingresos total. La mayor desigualdad en los últimos 13 años.

*Pymes en crisis*

También las Pequeñas y Medianas industrias (Pymes), la industria y las economías regionales sufrieron con las políticas de Macri. La apertura de importaciones, tasas de interés exorbitantes  que se ubican en 78,37 por ciento; y la falta de financiamiento a este sector, ligado con la falta de consumo interno; fue un duro golpe a estos sectores de la economía local.

En los cuatro años del gobierno neoliberal fueron cerrados 23.051 empresas, provocando la pérdida de 146 mil 855 empleos industriales, según datos de la consultora CEPA.

La desocupación alcanzó el 10,6 por ciento en el segundo trimestre de 2019 contra el 5,9 por ciento que dejó el kirchnerismo en diciembre de 2015. Además, el poder adquisitivo del salario mínimo cayó un 36 por ciento desde mediados de 2015 a la fecha.
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