Así lo establece un documento "Operación Venezuela Freedom-2" elaborado por Comando Sur, firmado por su jefe actual, el almirante Kurt Tidd, y divulgado el 25 de febrero pasado. Dicho papel de trabajo fue obtenido por el portal de guerra no convencional Misión Verdad, y compartido con el blog de contrainformación La Tabla.
Almirante Kurt Tidd, jefe del Comando Sur |
El informe precisa que si bien la elaboración, planeación y ejecucion parcial de la operación descansa en el propio Comando Sur, "el impulso de los conflictos y la generación de los diferentes escenarios es tarea de las fuerzas aliadas de la MUD involucradas en el Plan" y agrega (para que no queden dudas) que "por eso nosotros no asumiremos el costo de una intervención armada en Venezuela."
Las acciones específicas están contenidas en 12 puntos con un plan de acción de corto plazo que apunta a un cierre hacia julio o agosto.
Esta llamada fase terminal de la operación contempla "aplicar las tenazas para asfixiar y paralizar, impidiendo que las fuerzas chavistas se pueden recomponer y reagruparse".
La principal herramienta prevista es "utilizar la Asamblea Nacional como tenaza para obstruir la gobernanza: convocar eventos y movilizaciones, interpelar a los gobernantes, negar créditos, derogar leyes."
Mientras que "en el plano político interno hay que insistir en el gobierno de transición y las medidas a tomar después de la caída del régimen, incluyendo la conformación de un gabinete de emergencia, donde puedan incluirse sectores empresariales, jerarquía eclesial, sindicatos, ONGs, universidades."
El plan contempla "mantener la campaña ofensiva en el terreno propagandístico, fomentando un clima de desconfianza, incitando temores, haciendo ingobernable la situación. En esto es importante destacar todo lo que tiene que ver con desgobierno: las fallas administrativas, la afectación con los altos índices de criminalidad y la inseguridad personal".
Asimismo reconoce la existencia de un plan para vincular al gobierno de a Maduro con la corrupción y el lavado de dinero, y establece que hay que desarrollar campañas mediáticas con los testigos protegidos que colaboran con la aplicación del decreto de Obama.
Tales precisiones confirmarían que efectivamente la inteligencia de EEUU ha captado a un conjunto de exfuncionarios que viven actualmente en ese país al amparo de sus autoridades.
Entre estos estarían el capitán de corbeta Leamsy Salazar y su esposa Anabel Linares, el exgobernador del estado Aragua Rafael Isea y el extesorero nacional Alejandro Andrade, entre otros.
El paper también revela datos sobre los operadores políticos y operativos con los que cuenta tanto en Venezuela como en la subregión. Destaca la aseveración de que la aplicación de la Carta Democrática de la OEA "lo heos convenido con (su secretario general) Luis Almagro Lemes", y que en plan cuentan con el apoyo de varios expresidentes, encabezados por el colombiano César Gaviria Trujillo.
De igual forma destaca el rol de coordinación entre organismos de la comunidad de inteligencia, ONGs, corporaciones gremiales de comunicación como la SIP y medios privados, que tienen a cargo Tenney Smith, enlace en Venezuela de la Agencia de Inteligencia para la Defensa (DIA), y Ria Buck Rico, funcionaria de la sección de asuntos politicos en la embajada gringa en Caracas.
Agrega que ambos agentes tienen una cubierta por sus cargos diplomáticos y su gestión debe ser apoyado con un contingente de inteligencia mayor.
Tenney Smith, de la Agencia de Inteligencia para la Defensa (DIA) y funcionario de la embajada gringa en Caracas |
"Los entrenamientos y aprestos operacionales de los últimos meses, con la Fuerza de Tarea Conjunta Bravo en la base de Palmerola, en Comayagua –Honduras, la Fuerza de Tarea Conjunta Interagencial Sur–, permite colocar tales componentes en condiciones de actuar rápidamente en un arco geoestratégico apoyado en las bases militares de 'control y monitoreo' en las islas antillanas de Aruba (Reina Beatriz) y Curazao (Hato Rey); en Arauca, Larandia, Tres Esquinas, Puerto Leguízamo, Florencia y Leticia en Colombia; todo ello como Lugar de Operaciones de Avanzada (FOL), con proyecciones sobre la región central de Venezuela donde se concentra el poderío político-militar", precisa el documento.
El informe también confirma el uso de espionaje electrónico a traves de la incursión de aviones RC-135 Combat, tal como lo denunció el ministro de Defensa de Venezuela en noviembre pasado.
Venezuela denunció la incursión de aviones de espionaje |
También revela que las directivas y órdenes ya están establecidas para poner OK el Primer Batallón 228 del Regimiento del Aire con sus 18 aviones y los helicópteros UH-60 Blackhawk y CH-47. Este contingente aéreo, con sede en la Base Aérea de Palmasola, en Honduras, sería aproximado a Venezuela colocándo en las instalaciones de Hato Rey, en Curazao.
Los helicópteros del Primer Batallón 228 del Regimiento del Aire |
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