Asimismo el examen médico ano-rectal realizado el miercoles 29 al niño de 6 años que relató a su padre el abuso, determinó la existencia de un traumatismo anal reciente, de acuerdo con un resumen de resultados al que tuvo acceso La Tabla.
El examen fue practicado luego de que el padre del niño acudiera al organismo policial a denunciar los hechos el pasado martes y el informe del examinador indica “Traumatismo anal reciente, que va de hora 11 hasta hora 01, según la esfera del reloj, con equimosis y recubrimiento parcial de la mucosa, que va de hora 11 hasta hora 01, según esfera del reloj, Conclusión: Genitales externos sin lesiones y traumatismo anal reciente.”
Ese mismo día se le realizó una evaluación psicológica al niño y se recuperó como evidencia una prenda de vestir tipo boxer, perteneciente a la víctima, el cual fue enviado al laboratorio biológico, para la efectuarle una experticia seminal.
La familia del niño se percató el martes que “tenía el interior manchado con una sustancia de color amarillento” por lo que lo interrogaron al respecto y este respondió que “su profesor de natación, le introdujo su pene por el ano y le tocó sus partes intimas, tanto a el como a otros compañeritos de clases.”
El día jueves 30 una comisión policial se dirigió al colegio Emil Friedman con el fin de realizar una inspección técnica y levantar un registro fotográfico del lugar de los hechos investigados. Asimismo tenían la misión de ubicar, identificar y trasladar hasta la sede policial al profesor encargado de clases de natación del niño.
En el colegio fueron atendidos por el profesor Pedro Fajre, subdirector de la institución, quien explicó, según el reporte, que hay dos profesores de natación para niñas y niños. Ambos fueron aprehendidos y de acuerdo con una nota de prensa del Ministerio Público son Richard Oswaldo Marin Torres de 47 años, docente de los niños, y Juan Jose Carrillo Palacio, de 41, quien atiende a las niñas.
Los otros tres niños que pudieran haber sido víctimas del abuso sexual han sido evaluados psicológicamente como parte de las experticias en el marco de la investigación.
Cabe destacar que la investigación ha causado una gran polémica en el seno de la comunidad allegada al centro educativo y en las redes sociales se ha evidenciado la existencia de dos posturas: quienes exigen duras sanciones en el marco del proceso judicial que se ha iniciado y de quienes se resisten a creer en el abuso sexual denunciado.
Estos últimos incluso han llegado a asegurar que el padre denunciante y su hijo serían parte de una trama desarrollada desde el gobierno para desprestigiar al colegio.
Asimismo alegan, en defensa del principal sospechoso (Richard Marín, el instructor de los niños), que este tiene 22 años en la institución y que está casado con otra docente del centro.
Sin embargo olvidan que en un escándalo similar, en la escuela internacional de Caracas Campo Alegre (ubicada en el mismo sector de Caracas, que el maestro involucrado, el estadounidense William Vahey, estuvo durante 40 años agrediendo sexualmente a niños (en Venezuela y otros tres países) y estaba casado con otra docente que llegó a dirigir la institución en la capital venezolana.
Vale recoordar que en pleno escándalo, en mayo de 2014, surgieron denuncias de representantes que afirmaban que la dirección del centro habían ocultado a padres y alumnos la investigación que desarrollaba el FBI.
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