La existencia de un conjunto de vicios en la investigación de los casos de abuso sexual ocurridos contra niños del colegio Emil Friedman
de Caracas, denunció el padre de uno de los escolares agraviados y en
tal sentido solicitó a la fiscal general, Luisa Ortega Díaz, “reiniciar
el proceso” que llevaron a cabo las fiscalías 66° Nacional y 107° del
Área Metropolitana.
En entrevista exclusiva con La Tabla precisó que las muestras seminales tomadas de un boxer del niño objeto del abuso sexual, fueron manejadas sin cumplir con los protocolos de la “cadena de custodia”
lo que habría permitido su sustitución antes de que se realizara la
prueba genética para determinar si el semen correspondía a uno de los
dos docentes imputados inicialmente.
En consecuencia el resultado de la prueba de ADN arrojó la
existencia de varios perfiles genéticos en las muestras seminales que no
son coincidentes con las muestras tomadas a los profesores de natación
Richard Marín y Juan Carrillo, de acuerdo con las conclusiones presentadas en el acto conclusivo de la causa.
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Explicó que las anomalías se comenzaron a evidenciar el día 4 de
julio cuando la fiscalía 107 decidió “relevar” de la investigación a la
División de Protección de Niños y Adolescentes del CICPC, la cual había
iniciado el proceso tras la denuncia formulada una semana antes.
Esta decisión fue tomada sin argumentos expuestos formalmente y sólo trascendió que estaba motivada porque había “fuga de información”.
Sin embargo el despacho fiscal a cargo de la dirección del proceso no
abrió ninguna investigación para determinar las responsabilidades por la
supuesta filtración de datos que trascendieron a algunos medios de
comunicación.
Concretamente el denunciante destacó que la entrega de las muestras
desde el área de identificación genética del CICPC hasta la Unidad de
Criminalística del Ministerio Público se hizo sólo con un oficio
genérico sin atender a las normativas de la llamada “cadena de custodia”
que contempla la identificación plena de los funcionarios responsables
del manejo de las evidencias.
La entrega de las muestras se hizó el 6 de julio y ese mismo día el
padre del niño acudió al laboratorio del Ministerio Público a entregar
otras prendas de vestir y allí la subdirectora de la unidad, la doctora
Blanca Sánchez le informó que debía practicarle con urgencia una prueba
de ADN. El requerimiento lo habría hecho la directora de la División de Protección de la Familia del Ministerio Publico, doctora Luz Marisol Flores Villamizar.
El hombre se negó en virtud del carácter informal del requerimiento,
que no estaba soportado por ninguna solicitud fiscal ni judicial, y
comenzó a intuir que había la intención de involucrarlo como un
sospechoso del abuso sexual del que había sido víctima su hijo. De
hecho, en las redes sociales usuarios que publicaban mensajes a favor
del colegio también comenzaron a señalar al padre y a supuestos
allegados como posibles agresores.
La situación con el requerimiento de la prueba de ADN fue informado
por el padre en su oportunidad al fiscal 66, Felipe Hernández a quien le
advirtió que podía haber una manipulación del estudio para utilizarlo
en su contra. “Le advertí que las muestras seminales corrían riesgos en
ese Laboratorio, que cuidara al máximo la transparencia del proceso o
que buscara otro laboratorio para análisis de las mismas, situación que
no ocurrió”, relató.
Sin embargo Hernández le pidió que se quedara tranquilo y le aseguró
“yo resuelvo esto”. Varias semanas después le informó que la doctora
Flores (la que pidió la muestra al padre) había sido removida de su
cargo. “Eso me motivo a seguir confiando en la investigación que él
llevaba”, explicó.
Como dato complementario, el denunciante recordó que el día que le
solicitaron la muestra había ido al laboratorio del Ministerio Público,
requerido para que llevara con urgencia una franela y un mono del niño
que usaba el día que reportó la agresión sexual. Esas prendas no habían
sido recibidas el primer día ya que se alegó que el boxer era
absolutamente convincente. Cabe destacar que ambas piezas estaban llenas
de heces en la parte trasera. Sin embargo esa información no fue
incluida en el acta que redacta el Dr. Felipe Hernández, y “solo refiere
estas como manchas”.
Semen de varias personas y ninguno coincidente
El examen genético practicado en el laboratorio de la Unidad Criminalística Contra la Vulneración de Derechos Fundamentales del Ministerio Público, tuvo resultados absolutamente sorprendentes.
Específicamente las muestras correspondientes a segmentos de telas
del boxer impregnados de material presunta naturaleza seminal,
resultaron estar “constituidas por una mezcla de perfiles genéticos”,
según el informe que maneja el padre y que forma parte del acto
conclusivo.
Esas muestras “no presentaron coincidencia alélicas para el total de
marcadores analizados con las muestras” pertenecientes a Marín y
Carrillo, los dos maestros procesados, aunque los testimonios y
entrevistas psicológcas sólo involucraban al primero.
Es decir, puntualiza el análisis, “los perfiles genéticos observados NO presentan un origen biológico en común”. No deja lugar para la duda.
En el caso de las muestras obtenidas de la franela y del mono las
mismas no pudieron ser empleadas para el análisis de compraración por “NO presentar un perfil genético autosómico apto para su análisis”.
Sin embargo, al denunciante le llama la atención que la conclusion
del fiscal en el documento pudiera prestarse a confusión. No precisa el
dato sobre la no coincidencia de los perfiles genéticos, y en cambio
destaca que una parte de las muestras (las del mono y la franela) “resultó en este caso insuficiente para determinar un perfil genético suficiente a ser comparado”. Cabe destacar que en ningúna parte el informe científico usa el término insuficiente.
Por otro lado en el acto conclusivo, advierte el padre, no se incluye
la descripción detallada de las muestras del boxer tomadas por el
laboratorio biológico del CICPC, lo cual contempló su análisis
morfológico, con datos como color, dimensiones y forma de contacto.
Estos elementos indican que entre los cinco segmentos de tela tomados
del boxer había poco más de 20 centímetros cuadrados de área de mancha
seminal, por lo que le causa suspicacia que la unidad de criminalística
del MP reporte que cuatro de las muestras de los segmentos del boxer
fueron “consumidas en su totalidad” durante las pruebas.
Confianza en la Fiscal General
El padre (cuyo nombre debe ser mantenido en reserva para proteger la
identidad del niño víctima) expresó su confianza en la fiscal general
con respecto a su postura indoblegable de combate contra los vicios y la
corrupción dentro de la institución responsable de dirigir los procesos
de investigación penal.
“Yo he visto como ha actuado la doctora Ortega en situaciones donde
funcionarios y fiscales se han involucrado en la comisión de delitos”.
No tiene dudas sobre la manipulación y los vicios que han ocurrido
durante el proceso que se inició el pasado 29 de junio con la
aprehensión de los docentes.
Asegura que tras esa situación se encuentra una maquinaria muy
poderosa y bien articulada que está tratando de evitar que salga a la
luz lo que pudiera ser un caso de violaciones masivas, en virtud de que
el docente señalado por los niños (Marín) tiene más de veinte años en la
institución.
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Muestras de ADN en caso de abuso sexual en colegio Emil Friedman habrían sido manipuladas
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