Los datos están contenidos en los listados oficiales de liquidaciones de divisas para importaciones, que fueron publicados en septiembre pasado por el portal de periodismo de investigación La Tabla, gracias a una “filtración” ciudadana.
Según una nota de prensa, 1 mil 900 toneladas de azúcar presuntamente acaparadas fueron hallada s este miércoles en el estado Portuguesa durante una inspección de la Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconomicos (Sundde) al Central Moliendas de Papelón (Molipasa), de capital privado.
“Detectamos que desde enero se encontraban aquí 1.900 toneladas de azúcar para consumo doméstico y ordenamos inmediatamente que sean puestas a la orden del Ministerio de Alimentación (Minal), para que sean distribuidas a través de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (Clap)”, informó el superintendente nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos, William Contreras.
Precisó que el producto, correspondiente a la zafra 2017-2018, que inició en diciembre pasado, se empaquetará en presentaciones de un kilogramo y se despachará al Minal para garantizar que “llegue a la población al precio que estaba fijado en aquel momento”.
Vale detallar que la compañía fue favorecida con más de 28 millones de dólares en 2014 para pagar la importación de un derivado de la caña con el código arancelario 1701.14.00.90 que corresponde a “azucar de caña en bruto”. Esta liquidación fue tramitada por el mecanismo expedito de ALADI, por lo que presumiblemente provino de Colombia.
El mismo mecanismo se usó en 2015 pero por una suma de 8 millones 352 mil dólares. Ello indica que una parte importante de la supuesta producción de azucar y similares del central tenía su origen en importaciones y no en procesamiento de caña de azucar cosechada en la región.
En 2014 Molipasa recibió también uno 2 millones de dólares para la adquisición de repuestos y componente industriales en lo que parece una operación de repotenciación de sus instalaciones.
El complejo históricamente ha mantenido una elevada dependencia de las importaciones y de las divisas suministradas por el Estado, a tal punto que entre 2004 y 2012 también recibió más de 34 millones de dólares de la extinta Cadivi.
Molipasa forma parte del complejo de Empresas PMC conformado además por Central El Palmar, CA Azuca (Complejo Azucarero Carora) y Destilería Yaracuy, que son propiedad de la familia Vollmer.
Por su parte el también viceministro de Comercio Interior del Ministerio para Economía y Finanzas apuntó que se presume el delito de acaparamiento, sin embargo la investigación está en marcha y la empresa ha manifestado su decisión de “ponerse a derecho en relación con la medida”.
Dijo que la visita a Molipasa, donde se procesarán unas 800 toneladas de caña de azúcar durante la zafra actual, es parte de las inspecciones que se adelantan en el país para verificar los procesos productivos del sector industrial y el comportamiento de los precios de diferentes rubros.
Explicó que esta acción obedece a que cualquier proceso de deformación de precios inicia en la producción: “Si un producto llega con remarcaje, con no marcaje o con alteración de precios hay que ir al origen de la producción; no es suficiente verificar en puntos de venta al detal, en comercios, abastos o supermercados”.
Contreras reportó que en esta central, ubicada en el municipio Papelón, se comprobó el normal desarrollo de la molienda y también se revisó la disponibilidad de insumos, plásticos, bolsas y empaques, “porque sabemos que algunas empresas presentan dificultades por algunas distorsiones en el proceso de comercialización de resinas plásticas, bolsas y sacos de rafia”.
Refirió que Molipasa es la segunda central azucarera más importante de Portuguesa, donde además de azúcar para consumo doméstico se genera melaza, que es un componente esencial para la producción de levadura y ésta a su vez es necesaria para garantizar la producción de pan.
Argumentó que estas inspecciones se efectúan en cumplimiento de las leyes de Precios Justos y de Precios Acordados, como parte de un proceso integral de seguimiento a la industria azucarera.
El fin es garantizar la zafra y, junto a la Gran Misión Abastecimiento Soberano, evitar distorsiones en el procesamiento agroindustrial así como en la distribución de azúcar y melaza, rubros tan importantes para el consumo de los venezolanos, acotó Contreras.
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