Denuncian paralización de planta de maíz y "préstamo" de sus silos a Polar / Quien nos robó la planta, que nos la devuelva /Esther Quiaro

La planta procesadora de maíz Bravo Cacique Yaracuy, ubicada en Urachiche, estado Yaracuy, inaugurada en 2007, fue la primera planta instalada con tecnología iraní para la producción de harina de maíz precocida como fruto del Convenio Irán-Venezuela. Y además la primera planta que funcionó bajo la figura de empresa de propiedad social comunal.

Está ubicada en la franja cerealera del estado Yaracuy, una de las más fértiles y productivas del país, al lado de lo que fueron unos fundos que la oligarquía terrateniente explotó intensivamente para el cultivo de caña y  que hoy son tierras rescatadas por los campesinos y campesinas que hasta ayer eran esclavizados por los latifundistas.

Sus trabajadores y trabajadoras son vecinos de Urachiche, hijos y nietos de campesinos, que fueron especialmente seleccionados y capacitados para operar la planta, que durante 11 años sin interrupción ha producido harina de maíz.

Es parte de un corredor agroindustrial que comprende unos silos, una empaquetadora de granos y una planta procesadora de semillas y significan la realización de un sueño de todos y todas las que hemos estado vinculados al campo alguna vez: dar valor agregado a la producción primaria de alimentos.

Y a qué viene este cuento? Porque hoy los 63 trabajadores y trabajadoras de la planta y los silos están fuera de sus puestos de trabajo, la planta paralizada y la producción de maíz en los fundos rescatados en entredicho.

La planta Bravo Cacique Yaracuy, al igual que los silos ubicados en las inmediaciones, están adscritos al Ministerio de Alimentación, que en plena guerra económica decide paralizarla.

Hace poco más de un año se informó a los trabajadores que se realizaría una parada mayor para la actualización tecnológica de la planta. Se les pidió incluso que colaboraran en el desmontaje de la maquinaria y en la instalación de los nuevos equipos que ¡oh sorpresa! Son italianos, no iraníes.

Y es una primera pregunta que le hago a la tecnocracia del Ministerio de Alimentación: ¿ya no tenemos convenio con Irán? ¿quién decidió comprar una maquinaria italiana? ¿será que en estos tiempos de bloqueo por parte de la UE tendremos garantizada la asistencia técnica y repuestos? Porque la maquinaria iraní, dio la talla una década completa.

Bueno, pasó un año. Y en abril de este año, a escasos 30 días de las elecciones presidenciales la directora de Recursos Humanos de Venalcasa, la empresa que administra esta planta, se apersonó para informar a los trabajadores, después de un año de rumores, que la empresa estaba siendo suprimida, la planta sería asumida por la “nueva” Corporación Única de Servicios Productivos y Alimentarios (CUSPAL).

Llegaron con sus carros con aire acondicionado y sus uniformes muy arregladitos a decirle groseros a los trabajadores porque se atrevieron a preguntarles cómo iban a quedar. Y después de soltarles un discursito, les dijeron que vinieran el jueves, que los iban a contratar nuevamente por CUSPAL. Nueva sorpresa. El jueves la planta amaneció resguardada por la GNB, que la resguardó de los trabajadores que la mantuvieron productiva una década.

En esas mismas condiciones están los silos, que siempre han sido del Estado venezolano, pero que en la IV República estaban al servicio de Polar, que sin sembrar un grano de maíz ni invertir un bolívar en infraestructura de almacenamiento, se aprovechó de ellos hasta que llegó Chávez y mandó a parar. También la empaquetadora de granos y la planta procesadora de semillas. Y según los rumores que circulan en Urachiche, por debajo de cuerda siguen estando al servicio de Polar, que tiene su principal planta de producción de harina de maíz a unos escasos kilómetros de los silos en cuestión.

La planta Bravo Cacique Yaracuy sigue parada. De acuerdo al testimonio de los trabajadores, faltan sólo detalles, pero el Ministerio de Alimentación le debe plata a la contratista, y esta no quiere terminar de entregar la obra hasta que le paguen. En los silos sólo hay un vigilante, al igual que en la empaquetadora de granos. La planta procesadora de semillas ha sido sistemáticamente desvalijada.

Pero el pueblo de Urachiche no pierde la esperanza. El 20 de mayo estos trabajadores y trabajadoras, que también son parte de los consejos comunales, de las UBCH, fueron a votar con la fe puesta en nuestro Presidente Obrero Nicolás Maduro. Y Urachiche fue el municipio con más alto porcentaje de votación de Yaracuy, que a su vez fue el estado con más alto porcentaje de participación electoral.

Yo tampoco pierdo la esperanza. Estuve allí el 2 de septiembre de 2007, cuando el Presidente Hugo Chávez inauguró esta planta "No me vuelvo a comer una arepa que no sea preparada con la harina Venezuela Socialista", dijo el Presidente Chávez. Convencida estoy que esta planta, el corredor agroindustrial a su alrededor y los fundos rescatados que lo pueden nutrir sólo necesitan que se ponga el poder en manos del pueblo de Urachiche para ponerlos a producir.

Tienen la palabra

Estas líneas tienen algunos días en remojo. Porque a raíz de la asamblea que realizamos con los trabajadores logramos conversar con el ministro de Alimentación, General Luis Alberto Medina, lo que elevó nuestra esperanza de que no sólo se reincorpore a los trabajadores, sino que se pueda conjugar esfuerzos desde distintas instituciones para limpiar las malezas que hay en el camino de la construcción del nuevo modelo productivo.

El mismo esfuerzo realizamos con el gobernador Julio León, aunque ha sido más difícil la comunicación. Sin embargo, de acuerdo a su secretario de Gobierno, el ex dirigente sindical Juan Torrealba, hay preocupación por la situación del corredor agroindustrial de Urachiche.Al menos.

Y ya para este momento hay un nuevo ministro de Industrias y Producción, quien también es el nuevo vicepresidente de Economía: Tarek El Aissami. Durante su gestión como gobernador de Aragua, conocí de cerca su preocupación y esfuerzos por la reactivación productiva.

Hemos hecho gestiones para conversar con Wilman Castro Soteldo, pero es más fácil verlo Cultivando Patria por TV que lograr una reunión para estos temas concretos. ¿Cuestión de estilos?

También nos toca volver a echarle el cuento al ministro del Trabajo. Pero con Piñate sabemos que se puede dialogar. Es un hermano de clase.

El Aissami, Medina, Castro Soteldo, Piñate, León: ustedes tienen la palabra. Ya los trabajadores y campesinos han dicho la suya. Y como militante de la Revolución y vocera del poder originario los acompaño.

Esther Quiaro
Periodista y Constituyente sectorial por los trabajadores
Twitter: @EstherQuiaro
Instagram: @esther_quiaro
Correo electrónico: estherquiaroconstituyente@gmail.com

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