Directores de Guaidó en la CVP están vinculados con inversiones opacas y negocios ecuestres con familia narco colombiana de Fabio Ochoa

Varios de los directores designados por Guaidó en la Corporación Venezolana de Petróleo (CVP) tienen relaciones con negocios turbios en la actividad bursátil y empresas fantasmas en "paraísos fiscales", uno de ellos realizó negocios ecuestres con una familia de narcos colombianos y otro representa a una empresa de servicios petroleros que reclama una indemnización tras ser expropiada en 2009.

La paralela junta de administración de ésta instancia de PDVSA (que maneja las relaciones con los socios de las empresas mixtas) quedó integrada por Miguel Antonio Soto Quintana, Javier Alejandro Rodríguez Rubio, Javier Ricardo Linares Peña, Guillermo Andrés Benzecry Izaguirre y Luis Eduardo Giusti Lugo, según la decisión tomada el martes pasado por la mayoría opositora en la Asamblea Nacional.
El caballo "Atrevido del 8", de Fabio Ochoa padre, fue adquirido por Benzecry y murió en Caracas

Todos son zulianos o han sido residentes de la entidad petrolera, a excepción de Benzecry Izaguirre, quien es oriundo de Caracas. Sus edades están entre los 34 y los 53 años y ninguno tiene experiencia o formación en la producción de petróleo propiamente, aunque están relacionados con los aspectos financieros de algunas compañías petroleras que operan en Colombia.

Entre los integrantes designados está Guillermo Andrés Bencecry Izaguirre, de 34 años de edad, licenciado en administración egresado de la Universidad Nueva Esparta, residenciado en el Municipio El Hatillo de Miranda, quien exhibe en su currículo alguna experticia como aficionado a los caballos de pasó y propietario de un asador de carne en vara, pero nada que lo acredite como experto petrolero.

Adquirió junto con su hermano Roberto Enrique, en 2007, el restaurante de comida criolla Vista Hermosa ubicado en la subida de Tazón, vía Cortada de El Guayabo (Municipio Baruta), que era propiedad de un tío.

Según la edición número 60 de la revista Portada Plus, que ofrece el dato de la transacción familiar, el local tiene una capacidad de estacionamiento para 450 vehículos y posee dos amplios salones para eventos y festejos con capacidad para 900 personas. Esta propiedad todavía la regentaban en 2012 y varios integrantes de la familia Benzecry estaban relacionados con el lugar.

Ambos hermanos son aficionados a los caballos de paso y, entre otras actividades, en el restaurante se ofrece servicio de paseos ecuestre para los clientes.

Pero el dato más llamativo sobre los Benzecry son los vínculos con la familia de narcotraficantes colombianos Ochoa. Entre los caballos que llegaron a poseer en el restaurante Vista Hermosa está el famoso “Atrevido del 8”, que fuera el caballo preferido de Don Fabio Ochoa Restrepo, el padre de los hermanos Jorge Luis, Juan David y Fabio Ochoa Vásquez, socios reconocidos del más famoso traficante de drogas de Colombia, Pablo Escobar Gaviria.

Fabio Ochoa con el capo Pablo Escobar, destacado socio de sus hijos
“En estos momentos, los hermanos Benzecry, en el Restaurante Vista Hermosa tienen el famoso caballo fuera de concurso y campeón de campeones el gran “Atrevido del 8”, que era el caballo amado y predilecto de Don Fabio Ochoa Restrepo y que un día pude presenciar como desestimó una oferta de 2 millones de dólares”.

Así lo refirió en 2012 el médico veterinario Carlos Federico Rodríguez, quien trabajó para Ochoa, en el portal toroscoleados.com. El caballo en referencia murió en 2015 en Venezuela, según el sitio web Pasofinotv.

En un artículo titulado "El precio de un sueño: Entre palpadas peligrosas y operaciones exitosas" el veterinario señaló que los hermanos Benzecry compraron un lote de 80 caballos de Ochoa Restrepo en una feria en Copacabana, en las afueras de Medellín y que adquirieron una finca en Miami, EEUU. De hecho el dato coincide con la creación de una compañia en el sur de Florida llamada El Mirador Ranch, donde aparecen con directivos integrantes de la familia Benzecry y cuya dirección corresponde a un criadero de caballos.

Tanto como Guillermo Andrés como Roberto Enrique tienen empresas en Panamá y Florida y hace cinco meses fundaron la compañía Ventodo LLC en la ciudad de Miami, Estados Unidos.

Otro de los nombres que llama la atención es el de Miguel Ángel Antonio Soto Quintana, nacido en 1973 y residenciado en la parroquia Chiquinquirá de Maracaibo, quien aparece relacionado con compañías en Panamá y EEUU. Su desempeño indica que se trata de una especie de gestor en la creación de estructuras mercantiles opacas para ocultar y legitimar activos.

Aparece en 2016 como apoderado de las empresas Sumapet International Inc. y Gaspet Supply Inc., cuyos directivos son miembros de una familia zuliana con apellido italiano, Piarulli. Mientras que en 2015 asume el mismo rol de apoderado para Jujagi International, S.A., donde se incorporan como directivos principales varios trabajadores de un escrito legal panameño que tuvo a cargo la constitición de la firma.Tal configuración legal hace dificil identificar a los verdaderos propietarios de los activos.

Un dato de interés es que una de las compañías donde es directivo Giuseppe Piarulli, integrante de la familia Piarulli (mencionada arriba), también cuenta con la participación de Marcel Paris (parte de otra familia de la burguesía zuliana) y de Omar Barboza, dirigente del partido Un Nuevo Tiempo, expresidente de la AN y también acaudalado empresario del Zulia.

En la ilegal junta directiva de Corporación Venezolana de Petróleo (CVP) también se encuentra Javier Ricardo Linares Peña, de 53 años de edad, con domicilio electoral en la parroquia Olegario Villalobos de Maracaibo. Linares Peña ya había sido designado por Juan Guaidó en la también paralela junta directiva de Monómeros, filial de Pequiven en Colombia, razón por la cual fue inhabilitado el pasado 15 de agosto por la Contraloría General de la República.

Javier Linares, se desempeñó como director y representante legal del Grupo Venefco, especializada en servicios navales y que manejaba operaciones de logística petrolera en el lago de Maracaibo, Los activos de esta compañía fueron expropiados en 2009 por el presidente Hugo Chávez, en el marco del Plan Plena Soberanía Petrolera. Por lo que el ahora directivo de la filial de PDVSA mantiene la exigencia de una indemnización y lidera un grupo de las empresas presuntamente afectadas por la decisión de toma de control de los activos, cuyos reclamos han sido atendidos desde 2016 por la Comisión de Energía y Petróleo de la AN, presidida por el diputado Elias Matta.

En el 2011 fue multado con 12 millones de pesos en Colombia por la AMV (Autoregulador del Mercado de Valores de Colombia), pues siendo miembro principal de la Junta Directiva de Asesorías e Inversiones en varias ocasiones compró y vendió por cuenta propia acciones inscritas en la Bolsa de Valores de Colombia, lo cual no sólo es antiético, sino ilegal.

Otro de los designados es Javier Alejandro Rodríguez Rubio, de 42 años y registrado como elector en la parroquia Olegario Villalobos de la capital zuliana. Es egresado de la UCV como ingeniero petrolero realizó un master en administración de empresas en la Escuela de Negocios Imperial College de Londres. Es el único que ha estado vinculado a la industria del petróleo y el gas, en actividades de exploración y producción. Pero su actividad profesional la ha desarrollado más que todo en Colombia como ejecutivo de Pacific Rubiales, la petrolera formadas por exgerentes de PDVSA que participaron en el sabotaje de 2002 y 2003. Actualmente se desempeña como director gerente de Bonpland Energy, (en Bogotá), compañía de la cual es confundador y que parece ser una derivación de Pacific. Obviamente exhibe su participación en la sucesora de esta última compañía, como es Frontera Energy Corp, (creada en 2017) pero no como petrolero sino en el área de negocios.

Finalmente está Luis Eduardo Giusti Lugo, de 47 años, también oriundo de la parroquia Olegario Villalobos de Maracaibo , estado Zulia, quien es hijo del expresidente de Petróleos de Venezuela Luis Giusti, promotor de la apertura petrolera durante el gobierno de Rafael Caldera, y quien abandonó la industria apenas el presidente Hugo Chávez llegó a la Presidencia.

Giusti Lugo fue director de Negocios de la empresa Emida Technologies, Inc., y se desempeñó como Gerente de Proyectos e Ingeniero de Diseño en Petróleos de Venezuela SA. También ocupó el cargo de Gerente de Relaciones con Inversores en la empresa colombiana Petromagdalena Energy Corp, otro de los frentes de negocios de Pacific.
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