Presidente de UNWatch, que pide sacar a Venezuela de Comisión de DDHH, es el consejero de bufete que representa a Exxon en demanda ante CIADI


El presidente de UNWatch, la organización sionista que promueve la expulsión de Venezuela de la Comisión de DDHH de la ONU, es el consejero senior del bufete contratado por la empresa Exxon en la demanda ante el CIADI contra Venezuela.

Se trata de Alfred H. Moses, abogado y diplomático estadounidense de origen judío y quien fue embajador de EEUU en Rumania.


Alfred H. Moses

Moses es figura clave de Covington & Burling, el despacho de abogados de Exxon en la demanda por nacionalización de operaciones tras sustitución de asociaciones estratégicas por empresas mixtas aprobada por Chávez en 2007.

En 2006 el presidente Hugo Chávez emprendió la nacionalización de empresas de "sectores estratégicos" como el petrolero, el eléctrico, el telefónico y el alimentario.

Las estadounidenses Exxon Mobil y ConocoPhilips rechazaron en junio de 2007 formar una empresa mixta con mayoría accionaria de PDVSA en la Faja del Orinoco e iniciaron un litigio contra el Gobierno venezolano ante el Ciadi, una institución del Banco Mundial que arbitra diferencias entre los estados y los inversores.

Exxon Mobil reclamaba inicialmente la astronómica cifra de 20.000 millones de dólares. Más tarde la redujo a 12.000 millones y, por último, manifestó que aceptaba como compensación unos USD 10.000 millones. En octubre de 2014, el CIADI estableció que la compensación para Exxon debía ser USD 1600.

El sionista United Nations Watch (UNwatch), una de las ONG creadas por el gobierno israelí con la ayuda del Consejo Judío Mundial y las organizaciones judías estadounidenses, inició una campaña mundial para revertir la incorporación de Venezuela en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.

Silvia Catoria, columnista de Rebelión.org, escribió en 2004 que UNwatch es una ONG con una fachada de carácter universal, pero que sirve sobre todo, o más bien exclusivamente, a los intereses de Israel.

La responsabilidad de la campaña de UNwatch fue asignada Diego Arria, un político de la ultraderecha radical en Venezuela, residenciado en los Estados Unidos desde hace varios años.

Es tan descarada la adhesión ideológica de UNwatch con Israel que actualmente están promocionando una cena de gala que tendrá lugar en Nueva York el venidero 5 de diciembre, donde invitan a apoyar “nuestro trabajo vital luchando contra los prejuicios antiisraelíes en la ONU y defendiendo los verdaderos principios de los derechos humanos”.

Esta cena tendrá un costo de $1000 la entrada, y la oradora principal será la ex embajadora de EEUU en la ONU, Nikki Haley, y será en homenaje a su presidente Alfred Moses.

“Todos sus miembros son conocidos por su compromiso incondicional con el Estado de Israel y el sionismo”, escribió Silvia Catoria.

Sionistas contraatacan
El pasado 17 de octubre Venezuela resultó elegida nuevamente como miembro del Consejo de Derechos Humanos (DD.HH.) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), tras obtener el apoyo de 105 de los 193 estados miembros de la Asamblea General del organismo multilateral.

Brasil también fue elegida. Costa Rica era el otro postulado y quedó fuera tras obtener sólo 96 votos a favor.

A partir de ese momento se activó una campaña en contra del país a través de los medios de comunicación y las redes sociales.

Campañas similares ha emprendido la ONG sionista en contra de la República Democrática del Congo, Angola, Corea del Norte, Sri Lanka, Bielorusia, China y Turquía , entre otros.

Por su parte Human Right Watch (HRW) señaló que en Venezuela hay un “régimen autoritario gobernado por Maduro, quien fue reelegido para un segundo mandato de seis años en mayo de 2018, en elecciones que no se consideraron libres y justas”.

Al mismo tiempo UNwatch, fundada en 1993 y con sede en Ginebra, Suiza, señaló que la iniciativa de iniciar una campaña en contra de Venezuela surge por "la violación grave y sistemática de los derechos humanos".

Las denuncias en contra del país se basan en el expediente “fabricado” por la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet, quien vino al país y preparó un informe con datos tomados de recortes de prensa, obviando testimonios importantes y sin mayores argumentos.

Once años después de su creación, Unwatch vivió una de sus crisis más profundas luego de que Jean Ziegler, relator especial de la ONU para el derecho a la alimentación, denunció las violaciones israelíes del derecho a la alimentación y de los derechos humanos en los territorios ocupados.

Unwatch acusó a Ziegler de haber actuado sobre la base de criterios “no-objetivos” que no tendrían relación con los términos de su mandato y de haber aprovechado su posición en Naciones Unidas como una tribuna política para lanzar declaraciones públicas contra Israel e incluso intentaron que el Secretario General de la ONU de entonces, Kofi Annan, y a la Alta Comisaria de derechos humanos, Louise Arbour, pusieran “fin al mandato de M. Ziegler”.

Jean Ziegler pidió a la empresa estadounidense Caterpillar que cesara las entregas a Israel de aplanadoras utilizadas por éste para destruir casas y matar inocentes en Palestina. Por supuesto que los ataques israelíes en su contra no se hicieron esperar.


@latablablog

25OCT2019
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