LOS TRES VÉRTICES DEL TRIÁNGULO FUERON CONFORMADOS POR LOS MEDIOS MISIÓN VERDAD, DESDE LA PLAZA Y EL BLOG LA TABLA. REUNIDOS CON UN REPRESENTANTE DE CADA PORTAL WEB, TRATAMOS DE INDAGAR NO SOLO EN SUS LÍNEAS EDITORIALES, SINO EN SUS PROBLEMATIZACIONES SOBRE EL PERIODISMO
POR ANDER DE TEJADA
@EPALECCS
FOTOGRAFÍAS JONATHAN MENDOZA
Julio Cortázar escribió que el uso del lenguaje convencional y tradicional debilita el mensaje de los textos que apuntan a ser revolucionarios. Afirma, con respecto a la forma en que escribió su novela Rayuela, que las sociedades que buscan adoptar actitudes revolucionarias no suelen estar conscientes de la importancia del lenguaje en los mensajes que presentan y que, sin saberlo, terminan construyendo textos —escritos, consignas— con un lenguaje tradicional y mecánico, al igual que el enemigo: la derecha.
Esa reflexión es aplicable al periodismo que se autodenomina libertario, militante o, incluso, antiburgués pero que no cambia en sus formas. Diego Sequera, redactor jefe de la página web Misión Verdad, lo explica muy bien. Con respecto al contexto político y su relación con el periodismo y lo que algunos denominan la crisis del ejercicio, dice que “quizás el problema no sea el periodismo como tal sino el ampararse en las zonas de confort de las estructuras periodísticas, sin arriesgar, sin buscar un lenguaje que supere eso. Porque el problema no es la propaganda. La propaganda no es mala. De hecho eso es lo que más se hace aquí. El problema es el ‘consignismo’”.
Continúa Diego Sequera: “En términos de lo que con el tiempo se ha llamado ‘periodismo objetivo’, además, por una generación agremiada y con distintas caras, se establecen una serie de concesiones en el discurso que no hacen ni siquiera los otros medios (de derecha). La ilusión de la objetividad facilita que se cuelen otros discursos o que ciertos intereses pasen debajo de esa fachada. Y lo ves, por ejemplo, en un medio como Correo del Orinoco, que privilegia y da tanta tribuna, en aras de una presunta objetividad, a una línea de confusión, de malestar y deshonestidad a partir de algo donde justamente están mediando las lógicas de esa generación de ‘colegas’ que no son capaces de cuestionarse ellos mismos. Se dicen revolucionarios y apelan a mecanismos y a métodos reaccionarios, desde la ejecución de su oficio hasta en cómo se representan a ellos mismos ante el mundo. Eso es algo contra lo que estamos bastante plantados. No creemos, en ese sentido, en la imparcialidad y en la objetividad. Las cosas sí pueden hablar por sí solas pero no se puede decir que no hay mediaciones ni intereses que las filtren”.
La gente de Misión Verdad provenía de un centro de análisis de campaña que comenzaron a divulgar en un impreso. Más que desmontar, dice Diego, demostraban cuáles eran las lógicas procedimentales de los medios de la derecha en ese momento. Sus ideas evolucionaron y, tras la muerte de Chávez, asumieron un criterio de contrainformación y agitación. Sobre todo, buscan dar claves interpretativas para la comprensión del estado de guerra en que se encuentra el país.
“En ese sentido, no nos valemos de las lógicas habituales del periodismo: contraste, objetividad… El contraste lo podemos hacer de igual forma pero sabiendo que nos estamos enfrentando a una maquinaria de guerra. No exactamente a unos carajos que están ejerciendo el periodismo, porque en este país no son muchos los que estén haciendo eso. El periodismo aquí es adjetival: dicen que algo es una mierda sin sustanciar ese señalamiento”, sostiene Sequera
—¿Consideras que lo que hacen califica como periodismo?
—En Misión Verdad se vale el periodismo. Está, pues, dentro de la guerra informativa. Sí tiene periodismo pero no se limita únicamente a sus claves. Hacemos análisis políticos y, en términos de metodología, nos valemos de la investigación por fuentes abiertas, es decir, el registro que no se considera valorado informativamente, que más que con el periodismo o con las ciencias sociales, tiene que ver con los métodos de la inteligencia. A veces estamos más cercanos a un análisis que puede tronar con lo militar porque es inevitable. Entonces, en tanto información, en tanto línea editorial, en tanto criterios de selección de contenidos, sí, eso puede concebirse como periodismo, pero, estrictamente, no lo es. Sin embargo, nadie, de Chávez para acá, lo está haciendo. El periodismo como se conoce y por el cual honran al periodista hoy en día es una nostalgia.
—¿El periodismo puede ser hipócrita?
—Habría que buscar los ejemplos de cuándo lo es, pero se puede decir que se vuelve hipócrita justamente cuando no profundiza en lo político sino que se queda en lo gestionista. Eso ha tenido una consecuencia. Los medios más arriesgados discursivamente dentro del chavismo pecan, en ocasiones, de serlo. La gente tiene estómago para aguantar malas noticias. Si algo no politiza, si algo no moviliza, si algo no tributa a una conciencia repolarizadora, es justamente la pobreza lingüística e imaginativa de los medios.
DESDE LA PLAZA:
Para bajar los niveles de alto calor que causa, a veces, la densidad política, nos dirigimos a Bellas Artes para encontrarnos con Andrea Hermoso y Kensy Gabriel. Ella, directora de Desde la Plaza; él, jefe de información. El nombre del portal web surge de la pretensión que tienen de que, en cierto modo, la página funcione como un lugar de encuentro, como una plaza.
“Tratamos de hacer un periodismo propositivo y optimista, sin despegar los pies de la tierra. A pesar de que vivimos un momento de boom de páginas web que ofrecen información a todo momento, creemos que mucha de esa información que manejan ese tipo de páginas es bastante dura para el usuario que la consume”, dijo Andrea.
—¿Hay algún tema, relacionado con lo político, que no se toque?
—No tenemos temas prohibidos. Tenemos nuestros colaboradores externos y lo que se propone se busca abordar de la manera más real, más fresca y más optimista posible, sin buscar hacer juicios de valor.
—¿Cómo abordan, por ejemplo, el tema de la crisis económica?
—Viendo lo que está sucediendo en la calle. Más que todo, reflejando.
—¿Pero ahí no surge la necesidad de indagar en las causas?
—Bueno, yo creo que hay que bajar del pedestal el tema de los medios. La gente piensa que como está en un medio, puede decidir quién tiene la culpa o quién es el responsable. El que bachaquea lo hace porque tiene sus circunstancias. La situación del país tiene sus circunstancias, tiene sus porqués.
LA TABLA:
Cuando le preguntamos al compañero Víctor Hugo Majano sobre la línea editorial de su blog personal, nos respondió, tajantemente, que ya estaba escrita y es posible encontrarla en el mismo blog: “Es una especie de declaración de principios, donde, evidentemente, el objetivo es desenmascarar y descubrir las conexiones que tiene esa burguesía importadora con los actores políticos que, de alguna manera, dirigen este proceso de agresión económico y de violencia. Los objetivos y pretensiones del blog están claramente definidos. Básicamente se trata de utilizar técnicas de minería de datos, de búsqueda de información detrás de la noticia convencional para, con elementos de precisión y de rigurosidad científica y periodística, poder descubrir cuáles son las conexiones que tienen los componentes de la burguesía venezolana y sus aliados políticos, la oposición política, en todos los procesos de injerencia que ha sufrido el país en estos últimos años”.
Los contenidos duros, de investigación, los maneja Víctor. Tiene colaboradores en otros géneros, como la opinión. También incluye la crítica dentro del contenido, ya que es un medio antiburgués, y donde sea que la burguesía se esconda —así sea dentro de las filas del gobierno— será encontrada y masacrada a tablazos.
—¿Crees que en Venezuela hay una crisis de contenido?
—Sí lo creo, más que periodística propiamente. Hay muy pocos productores de contenido. Hay muchos medios. Se ha potenciado por los elementos tecnológicos, financieros, políticos, inclusive, pero hay muy pocos contenidos disponibles para ese mar de continentes gracias al desarrollo de nuevos medios y el fortalecimiento de los convencionales. Entonces, no se trata necesariamente de una crisis periodística sino de una crisis de producción de contenido riguroso, científico. Probablemente mucho de esa crisis está asociado a la poca importancia que se le da al elemento fundamental que es el desarrollo de la investigación, aquellos que van más allá de la noticia seca.
—¿Crees que la inmediatez reduce la calidad de los productos periodísticos?
—Las características de los medios digitales han impuesto que deben manejarse con inmediatez. No lo dudo. Probablemente hay un elemento de inmediatez que debe estar presente en un medio digital, pero en esos mismos medios se ha olvidado, sobre todo, la posibilidad de producir contenidos más densos, que vayan más allá de la información inicial. Creo que el esfuerzo tiene que estar dirigido justamente hacia ahí: generar un equilibrio entre lo inmediato y la profundidad de los contenidos.
0 comentarios :
Publicar un comentario