Guarimba ya es rutina en San Antonio de Los Altos

A casi doce años de los sucesos relacionados con el golpe de Estado y el sabotaje petrolero de 2002, San Antonio de los Altos (Miranda) parece estar viviendo de nuevo esa época.
Desde el 13 de febrero hay marchas nocturnas, vigilias, cadenas y banderas humanas y una “siembra” de cruces negras en la isla central de la avenida Perimetral.
Las actividades y consignas son las mismas, las rutas de las movilizaciones también y el uso de imágenes religiosas convierte la protesta en procesiones en las que elevan la petición de libertad y del fin de lo que consideran una dictadura “igualita a la cubana”.



VIOLENCIA Y BARRICADAS
Pero, sin duda, la gran diferencia en esta oportunidad ha sido la rapidez con que se han presentado situaciones de violencia.
Desde el viernes 14 de febrero hubo interrupciones temporales de la circulación en la carretera Panamericana, a la altura de la urbanización Las Minas, así como enfrentamientos con los agentes antimotines de la Guardia Nacional Bolivariana.
El sábado 15, el ministro de Transporte Terrestre anunció la suspensión del servicio de Metrobús hacia San Antonio porque un vehículo fue atacado.
Mientras que el miércoles 19 se registró otro incidente con manifestantes que interceptaron un autobús y destrozaron sus vidrios, según reportó el canal Venezolana de Televisión.
Asimismo durante varias noches de esa semana el transporte colectivo no pudo ingresar por períodos al área urbana de la ciudad y los pasajeros debían caminar hasta varios kilómetros para llegar a sus hogares.
Sin embargo, a partir del lunes 24 la situación de violencia escaló para convertirse en generalizada con la colocación de obstáculos y barricadas en casi todas las vías de la ciudad.
Enfrente de las residencias OPS fueron incendiados cauchos y basura y personas encapuchadas se movilizaron con bombas incendiarias, según las imágenes fotográficas captadas.
Mientras, frente a residencias Las Churuatas regaron aceite y colocaron un portón que cerró completamente la vía. Un motorizado que no se percató de la situación se estrelló y sufrió lesiones en una pierna.

LA ROSALEDA SE AUTOENCERRÓ
Un caso extremo del uso de barricadas fue el ocurrido el miércoles pasado en el sector La Rosaleda, conformado por edificios construidos inicialmente para personal militar.
Desde la madrugada hasta el mediodía del jueves 6, nadie podía entrar ni salir luego de que encapuchados colocaran vehículos en desuso y otros materiales para armar un muro de al menos cuatro metros de altura.
No se permitía el paso ni caminando y tampoco la salida de enfermos que requerían atención médica, según comprobó una emisora local de radio que intentó mediar con los activistas.
Lo paradójico del hecho es que la acción solo perturbó a las familias del sector, pues el área está totalmente aislada del perímetro urbano.


Ciudad-dormitorio de sectores medios
San Antonio de los Altos está ubicada en el kilómetro 15 de la carretera Panamericana, y desde fines de los años 70 se convirtió en una de las principales ciudades dormitorio de la capital venezolana.
Se construyeron enormes complejos de edificios de hasta 600 apartamentos que fueron vendidos a profesionales, oficiales de la Fuerza Armada y pequeños y medianos comerciantes.
Es decir, capas sociales medias, ideológicamente diferenciadas de la clase trabajadora.
Esa acentuada pretensión de ser de un estrato social alto explica, a juicio del psicólogo Pedro León Torres, el comportamiento de buena parte de los pobladores que rechazan políticas que favorecen a otras capas sociales.
La población ha ido creciendo y, según el censo de 2011, bordea los 70 mil habitantes, pero no hay nuevas viviendas, por lo que padres, hijos y nietos viven relativamente hacinados en apartamentos destinados a grupos familiares pequeños.
Por otro lado, por ser una ciudad dormitorio las actividades productivas son básicamente de comercio o servicios que no ofrecen empleos de calidad a sus habitantes.
Esta combinación de factores que generan frustración hacen de la ciudad un bastión del más firme antichavismo.

Basura contra escuelas y aceite en las carreteras
Esta semana inició con menos barricadas, pero focalizadas en áreas donde funcionan escuelas.
Así ocurrió en el sector El Sitio, donde colocaron alambres de púas e incendiaron cauchos y troncos. De esa manera se impidió el acceso a la escuela básica Los Salias o al menos provocó ausentismo ante la amenaza.
También intentaron cerrar la entrada al conjunto Los Helechos donde funciona un importante centro de salud del municipio formado por un CDI y una sala de rehabilitación.
Asimismo se reportó el derrame de aceite y grasa en varias vías, incluyendo la carretera Panamericana, según confirmo Protección Civil de Miranda.
Un accidente que dejó un fallecido y siete lesionados en el kilómetro 9 se atribuyò a este hecho.
Los responsables de la violencia no han sido identificados, pero la dirigente del PSUV, Mariana Sanez, ha señalado al alcalde Josy Fernández y al concejal de Voluntad Popular Tirso Flores.

Publicado en CiudadCcs

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