En cambio sí figura el nombre del compositor italiano, radicado en Venezuela, Rudy Salvatore La Scala por su relación con el negocio inmobiliario en Caracas y Miami.
Palmeri, quien fue juez en Nueva Esparta y Miranda, se encuentra detenido en Miami desde el viernes 18 de julio y está acusado por cuatro delitos, a saber conspiración para distribuir cocaína en EEUU, conspiración para obstruir la justicia, conspiración para lavado de dinero e inteferencia con el comercio por extorsión.
El documento, firmado por el fiscal Wilfredo Ferrer, incluye al funcionario de la policía científica venezolana (CICPC), Rodolfo McTurk, a quien acusa por conspiración para distribuir cocaina y conspiración para obstruir la justicia.
En la acusación, identificada con el número 13-CR-20930-UU, no se aportan elementos de convicción sino sólo enunciados sin ningún sustento o pruebas.
Jaime Marín Zamora, capturado en Venezuela y deportado de inmediato a EEUU |
Los dos primeros delitos, que son imputados a ambos acusados, estarían relacionados con el narcotraficante colombiano Jaime Marín Zamora, capturado en septiembre de 2010 por las autoridades de Venezuela y deportado pocos días después a los EEUU.
Contradictoriamente la acusación dice que Palmeri y McTurk habían conspirado para obstruir la actuación de la justicia estadounidense para capturar y deportar o extraditar a Marín Zamora. El hecho concreto indica, sin embargo, que el traficante fue deportado inmediatamente luego de su captura. Por lo que la acusación no parecer tener asidero.
Marín Zamora aceptó los cargos de introducir 30 toneladas de cocaína a EEUU entre 1999 y 2004, y por eso fue condenado a 16 años de prisión y al pago de una multa de 1 millón de dólares por la juez Patricia Seitz en marzo de 2012.
Sin embargo la acusación contra los venezolanos circunscribe la actuación al período entre febrero de 2009 y septiembre de 2010, por el cual no ha sido procesado ni fue condenado el colombiano. Mal podría sustentarse una acusación contra los cómplices si no se procede igualmente contra el ejecutor del delito.
Negocio inmobiliario Caracas-Miami
Los otros dos delitos, conspiración para lavado de dinero e interferencia con el comercio por extorsión, involucran sólo a Palmeri, y están relacionados con un negocio inmobiliario iniciado en octubre de 2006.
En resumen se trató de la compra de un apartamento en la urbanización Altos de Villanueva, en el municipio El Hatillo (en el área metropolitana de Caracas) que Palmeri hizo al cantante y compositor italiano Rudy Salvatore La Scala.
Rudy Salvatore La Scala tiene un coonflicto por un inmueble en Miami con Benny Palmeri |
La negociación se hizo por la suma de 357 mil bolívares y contempló un pago en efectivo por 102 mil bolívares y el saldo de 255 mil se cancelaría con la cesión de un inmueble en Miami, perteneciente al abogado.
La transacción derivó en un largo y complejo proceso legal en los tribunales civiles del estado Miranda, que incluyó el secuestro o desalojo legal del apartamento tras la acusación de La Scala de incumplimiento del contrato. El compositor alegaba que nunca se le hizo entrega del inmueble en Miami.
Sin embargo los abogados de Palmeri argumentaron que el corredor inmobiliario de La Scala había tomado control del inmueble, lo había arrendado y venía depositando lo facturado en una cuenta del músico ítalo-venezolano.
Este corredor aparece identificado como Juan Carlos Sánchez en una de las actas del juicio en Venezuela, y casi con seguridad es J.C.S., siglas del propietario de una empresa de bienes raíces, quien sería la víctima de la extorsión por la que procesan a Palmeri en Florida.
El escrito del fiscal dice que el venezolano ha amenazado con violencia y miedo al operador inmobiliario, su familia y amigos.
Coincidencialmente un corredor de inmuebles del mismo nombre fue enjuiciado en 2013 por el fiscal Ferrer (el del caso contra Palmeri) por un fraude con la venta de viviendas en Fort Lauderdale, Miami.
La estafa, donde habrían participado ocho personas, fue por el monto de 39 millones de dólares y se ejecutó entre enero de 2007 y noviembre de 2008 con la obtención de créditos para unidades del condominio Marina Oaks. Sánchez fue declarado culpable en 2013 y condenado a 16 años de prisión en enero de 2014.
¿Un montaje de la fiscalìa?
Si se revisa la forma como se han integrado los hechos y las actuaciones fiscales en este expediente no es posible evitar pasearse por la posibilidad de un montaje realizado desde el Ministerio Público con el propósito de comprometer la responsabilidad del Estado venezolano.
Algunos elementos sobre esto son:
1) Benny Palmeri efectivamente fue juez, pero no fue un magistrado destacado. Actuó como juez suplente en Nueva Esparta, en 2002-2003 y luego reaparece en Miranda como juez quinto de control, con sede en Ocumare del Tuy. Sus ultimas actuaciones localizadas en el portal del Tribunal Supremo de Justicia se remontan a 2004, o sea, 10 años atrás. Palmeri no parece nada discreto ni toma previsiones para ocultar sus acciones: sus litigios y sus empresas en Venezuela y Miami son abiertas y expuestas al público.
2) El abogado es acusado de conspiración para distribuir cocaína en EEUU junto al jefe de traficantes Jaime Marín Zamora entre 2009 y 2010. Sin embargo, Marìn, deportado en 2010, no fue ni será juzgado por sus acciones en esas fechas. Lo mismo aplica para Rodolfo McTurk, el jefe venezolano de Interpol
Comisario Rodolfo McTurk, jefe de Interpol Venezuela en 2010 |
3) Los dos venezolanos son acusados de usar sus influencias para evitar la deportación o extradición de Marín. Sin embargo el traficante fue deportado apenas fue capturado y no hubo ningún retraso que indicara que giozaba de protección en Venezuela. Además para la fecha Palmeri ya no era juez y carecía de poder real para pedir favores.
4) Palmeri tiene un conflicto judicial mercantil con el compositor italo-venezolano Rudy La Scala. Este tiene en Miami un corredor, Juan Carlos Sánchez, quien se involucra en un fraude, y el caso es instruido por el mismo fiscal, Wilfredo Ferrer, que lleva la acusación contra Palmeri. El fiscal sabe que puede presionar a Sànchez para que acuse a Palmeri y ofrezca su testimonio.
5) Con Palmeri, un magistrado, y McTurk. un policía especializado, convictos y posiblemente confesos ante la posibilidad de una cadena perpetua, EEUU tendría como demostrar que Venezuela es un narcoestado, y de ese modo legitimar cualquier acción que lo sancione...incluyendo un golpe de Estado.
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