Conspirador venezolano Pedro Mario Burelli le escribía a Hillary Clinton en 2009

Pedro Mario del Niño Burelli Briceño, experto petrolero venezolano residenciado en Washington, quien dirigió un plan para asesinar al presidente Nicolás Maduro descubierto en mayo pasado, mantuvo comunicación en 2009, a través del correo electrónico, con los  principales responsables de la política exterior de EEUU, incluyendo a la propia exsecretaria de Estado, Hillary Clinton.


Así se desprende de una revisión de los correos electrónicos enviados o recibidos por Clinton durante 2009, publicados la noche del pasado martes, como parte de una investigación relacionada con el uso, por parte de la actual aspirante presidencial, de una cuenta privada de correo electrónico para las comunicaciones oficiales como secretaria de Estado hace seis años.

Uno de esos mensajes es el reenvío de un artículo del diario The Washington Post el día sábado 11 de julio de 2009 por parte del también exdirector externo de Pdvsa.

La nota, firmada por el periodista estadounidense nacido en Colombia, Edward Schumacher-Matos, es una especie de apología a la forma como el presidente Barack Obama se desentendió de la responsabilidad de su Gobierno en el golpe de Estado contra el mandatario hondureño, Manuel Zelaya.

Lo curioso es que el mensaje de Burelli fue enviado un día antes de la publicación formal del artículo, que fue el domingo 12 de julio de 2009.


Es decir, un primer aspecto llamativo es que el venezolano tuvo acceso a un contenido que, por razones obvias, se mantiene bajo reserva hasta la fecha y hora prevista para su difusión.

Cabe precisar que la comunicación de Burelli fue enviada a las 08:05 am del sábado de la cuenta de correo electrónico pburelli@gmail.com, la misma que usó para autorizar el plan de magnicidio, así como el inicio de la violencia callejera en febrero de 2014.

Si bien tomó la precaución de ocultar los destinatarios del mensaje, uno de ellos, el entonces secretario de Estado Adjunto, Thomas Shannon, lo reenvió sin ninguna previsión a otros cuatro destinatarios. Lo que sí hizo fue advertir que “esto aparecerá en el Post de mañana”

Uno de ellos, Jacob J. Sullivan, quien se desempeñaba como jefe adjunto del gabinete de Hillary Clinton, comentó como respuesta: “Muy interesante”.

Mientras que otra de las destinatarias, Cheryl D. Mills, lo envió directamente al correo privado, pero usado para comunicaciones oficiales de Clinton.

Mills es miembro del equipo más cercano de asesoras de la exprimera dama, desde 1992, y en el momento del incidente era la jefa de gabinete de la responsable de la diplomacia gringa.

Es decir, ella era la llave para llegarle a Clinton y permitió el paso del mensaje de Burelli.
Mientras que Shannon fue el enlace que conectó al conspirador  venezolano con el núcleo de dirección del Departamento de Estado.

Si bien Burelli ha mantenido una relación pública con Shannon que ha estado muy cerca de la hostilidad, es evidente que sus mensajes son atendidos y tomados en cuenta por quien es el funcionario de más alto nivel con mayor continuidad en la dirección de política externa estadounidense.

Burelli es partidario de la privatización de la petrolera venezolana, Pdvsa, se opone a los recortes de producción de la OPEP, y está vinculado laboralmente con la banca de inversión JP Morgan.
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