28 meses han transcurrido desde aquel marzo de dolor mayor. En combate, haciendo honor y demostrando con cada acción los motivos y valores por los cuales Chávez lo dejó frente a la revolución Bolivariana está Nicolás Maduro, resistiendo y repeliendo la arremetida imperial, y en medio de la batalla se empeñan en florecer los críticos, los intelectuales y los puros que tienen la fórmula, criticar y criticar, para frenar las pretensiones imperialistas y por fin hacer la revolución
En el rearmaje del Gabinete y surgimiento de nuevos cuadros de la revolución, el presidente Maduro ha mostrado al país una persona y una gestión, Manuel Fernandez y CANTV, como una buena síntesis, no acabada, de lo que se aspira de una empresa de servicios en el marco de revolución: inclusión, participación de los trabajadores, eficiencia y honestidad
En esa selva de preclaros, puros y otras especies, nos encontramos a Siguaraya, ahora dedicado a declarar enemigo político y acusar de corrupto e ineficiente al buena gente, honesto y trabajador Ministro Manuel Fernandez.
No se consiguen elementos ideológicos, políticos ni de principios en todos los escritos que difunde el colectivo Fuerza Laboral que justifiquen tal declaración, que no sea atacar al presidente Nicolás Maduro y a su gobierno.
Bastaría caminar por cualquier ciudad de Venezuela para constatar el difícil momento que atravesamos como sociedad, y los inocultables efectos de la guerra económica desatada sobre la patria Bolivariana, efectos que, seguramente, también sufrirán las empresas del Estado venezolano, y que en algunos casos como CANTV acentuarán las dificultades no superadas desde la nacionalización. Pero aprovecharse de tales circunstancias para constituirse en francotirador en contra de la gestión revolucionaria de Manuel Fernandez, mínimo se puede catalogar de traición.
Los estudiosos de esa fauna dónde se cocina Siguaraya tienen la hipótesis de que el ataque a Manuel Fernandez, lo que busca en realidad es ir separándose del Gobierno que preside Nicolás Maduro, definido según su óptica y análisis cómo un gobierno social demócrata y sin futuro para la revolución que ellos aspiran y, por tanto, es tiempo de desmarcarse.
El tiempo y las circunstancias ubica a cada hombre en la trinchera desde donde desea hacer vida. Al parecer la marea se llevó a Siguaraya al borde de la talanquera.
José Luis Millán
JLMillan5@gmail.com
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