Así debío verse Buenos Aires el domingo, en sus calles no estaba Nestor, en sus afiches tampoco Chávez. El ambiente era pesado, soberbio, nublado, se habia puesto mucha carne en el asador y cualquier cosa podía ocurrir...
La victoria de Scioli por escasos 4 puntos en un país en que para ganar debes tener al menos 40 (El FPV Frente Para la Victoria obtuvo casi 37) y además debes aventajar al segundo mas votado por 10 puntos o mas (Macri y las derechas obtuvieron 33) nos pone a pensar, nos presta el espejo, nos preocupa y obliga a este análisis.
Tres partidos argentinos que pueden denominarse "progresistas" o de izquierda montaron tienda aparte, no quisieron mezclarse y que para no contaminarse, mantenerse puros (como el tabaco? me pregunto yo).
Uno de ellos de Peronistas alcanzó el 3% de la votación, el otro el 2% y el tercer partido o candidato escaló el 4% de los sufragios, si no se me han olvidado las matemáticas 4 y 2 son 6 y 3 son 9 pero con sólo 7 de estos puntos Scioli habría obtenido la Presidencia en primera vuelta sin necesidad de arriesgar en el llamado Balotage.
Es allí donde me pregunto, esa izquierda o sector de la izquierda o el peronismo descontento no le hizo un gran favor a las derechas que los detestan? no terminaron jugando para el enemigo? no le pusieron la alfombra Roja-Rojita al FMI para que este organismo vuelva a poner su insolente planta en terrirorio gaucho?
Traigo todo esto a colación pensando en mi país, en mi amada Venezuela y recuerdo la reflexión sabia del camarada Simón cuando me dijo "Arnoldo, el tema es que a las derechas las núclea como un imán el capital, nosotros estamos un poco mas jodidos para unirnos, tuvo que llegar un Chávez para hacerlo, porque a nosotros deben unirnos las ideas, las posiciones, los argumentos teóricos y éstos suelen ser diversos y tener matices" por lo cual se hace más complicada la unión.
En Diciembre de 2007, específicamente el 6 de Diciembre de ese año, escribí un artículo en el portal Aporrea que quise hoy volver a revisar ya que considero que están alli algunas claves para prepararnos para la próxima contiendaen las urnas (afortunadamente electorales) .
Por mas descontento que en determinado momento pueda existir en alguno de los sectores que apoya al proceso de cambios NO PUEDE SER que la expresión de ese descontento o inquietud sea la de darle respiro al enemigo.
Refiriendome al referendum de ese año, escribí: "Al día siguiente
de la jornada comicial, en la tarima provisional (techo de un camión)
en las afueras del Palacio de Miraflores el dirigente popular y ex vice
ministro Roland Denis Boulton hablando en “representación” de aquellos
compatriotas revolucionarios que tomaron como opción la abstención
dijo que lo hacían como una manera de indicarle al Estado lo que estaba
pasando con casos de enriquecimiento de algún funcionario así como la excesiva
burocracia que a veces impide avanzar.
Eso puede ser muy cierto pero
resulta ilógico no buscar otras formas de hacerle llegar a la dirigencia
esas denuncias o de protestar sin que ello ponga en riesgo la continuidad
y sobre todo la profundización del proceso.
Hace algunos
años cuando a unos camaradas se les ocurrió tumbar la estatua de Colón
que estaba en Plaza Venezuela yo pensé que se trataba de un error político
porque de algún modo le estábamos dando argumentos al enemigo, en
el fondo lo que debemos tumbar no son estatuas sino mitos y leyendas
de los que contaron la historia a su modo, la patada por el culo a Colón
se la debíamos dar en los libros de texto y en las charlas a nuestros
jóvenes para que ellos reescribieran la historia.
Sobran casos
en América Latina en la que “los puros” tratando de no “contaminarse”
terminaron metiendo la pata y haciéndole un flaco favor a los enemigos.
Tal es el caso de las últimas elecciones presidenciales en Brasil en las que participó el compañero Lula cuando
un sector de esa izquierda radical no quiso mezclarse con el y con
ese 9% de votos que obtuvo este grupo en la primera ronda puso en un
serio aprieto al gobierno brasileño que pretendía su reelección obligándolo
a ir a una segunda vuelta en la que pudo haber ganado la derecha de
ese país. Ocurrió también en México cuando a Lopez Obrador para
ganar la presidencia le hicieron precisamente falta esos pocos votos
que se dejaron de obtener porque el Frente Zapatista de Liberación
Nacional FZLN llamó a abstenerse.
Caer
en el
canibalismo polìtico de buscar “culpables” ( y si no los encontramos
incluso tener la osadía de fabricarlos) cuando estamos enfrentando una
enorme y real guerra económica, en lugar de buscar “causas”
puede ser un error de enormes magnitudes y consecuencias a mediano
plazo.
Basta citar algunos ejemplos de digresión surgidos a partir de derrotas,
situaciones extremas e incluso de golpes de Estado contra movimientos
revolucionarios
en este continente. Luego del golpe contra el compañero Allende costó
algunos años que las fuerzas progresistas se reagruparan tanto dentro
como fuera de Chile debido a estériles disputas y acusaciones cruzadas
entre miembros de un mismo movimiento popular que como era lógico tenía
diferentes matices y una diversidad no sólo cultural sino incluso
política
e ideológica, sumado a esto estaba por supuesto el hecho de vivir bajo
una ferrea tiranía que imposibilitaba de algún modo la reorganización
de los sectores de izquierda.
Otro ejemplo a citar es mas reciente y
tiene que ver con la derrota electoral de los sandinistas en Nicaragua
en aquellas elecciones contra Violeta Chamorro. Luego de conocerse el
resultado electoral lo que debía llegar era un análisis profundo pero
no por ello lento y tedioso sino por el contrario rápido y concreto
sin que ello le restara rigurosidad científica.
Lo que en realidad
llegó fue un cruce de acusaciones echando a otros libremente el polvo
que de la solapa de nuestro sombrero había caído. En aquella oportunidad
por ejemplo, hubiese sido importantísimo analizar no tanto la abstención
en las zonas rurales sino mas bien el empuje y repunte que en esas zonas
había tenido la derecha nicaragüense y las verdaderas causas de esta
situación que a mi parecer tenía mas que ver con el descuido hacia
el campesinado en la entrega de títulos de propiedad de la tierra y
apoyo para la siembra de esta.
En aquella oportunidad se podían o no
hacer “concienzudos” análisis y buscar o fabricar culpables y chivos
expiatorios pero la realidad indicaba que el sólo hecho de que el
gobierno
de Managua estuviera totalmente concentrado en la guerra interna y
externa
que para entonces se libraba había impedido que se destinaran recursos
y tiempo para buscar en estos sectores rurales algo mas que la
alfabetización
de la población ( los campesinos y el pueblo nicaragüense estaban
aprendiendo a leer pero sólo tuvieron después la opción de leer medios
de comunicación de la mas rancia y aristocrática derecha).
Afortunadamente
estos errores no se han cometido en Venezuela, sin embargo es
importante
citarlos dentro de un contexto de análisis general de la situación
política.
Debemos
apuntar todos sin excepción a la unidad de las fuerzas progresistas y
patriotas por distintas que estas puedan ser en determinado momento, yo
incluso me atrevo a pensar que la derecha no busca el triunfo, que no le
conviene, busca sí resultados estrechos que les permitan poner en
práctica la fase 2 de su plan que no es otro que "cantar fraude" e
iniciar una escalada feróz de violencia acompañada del plan
desestabilizador que a partir de mediados de noviembre pondrán en
práctica dejando (o tratando de dejar) los anaqueles vacíos al llamar a
Vacaciones Colectivas lo cual no es mas que un paro disfrazado (como lo
hicieron hace un año y no supimos advertirlo) para dar su estocada final
disfrazada de descontento colectivo hacia finales de enero del 2016.
Ese
plan sólo se neutraliza participando, tomando los espacios, llenando
los centros electorales, dejando las discusiones de marco teórico para
luego de la batalla que está por venir, identificando a los verdaderos
enemigos de la acera de enfrente, uniéndonos para no defraudar el sueño
del Comandante Chávez, apoyando a los candidatos de la Patria y
entendiendo sobre todo que el Presidente Maduro es probablemente el
hombre al que le han tocado las más dificiles tareas y retos de las
últimas décadas y las ha enfrentado con arrojo y valentía, seguramente
también como cualquiera de nosotros habrá cometido algún error pero está
al frente de este barco y debemos remar con el.
Ganaremos esta
batalla, no tengo yo dudas y la próxima aún mas dura que será la de
duplicar la producción y triplicar el compromiso.
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