Ruptura del rentismo exige nuevos paquetes productivos y otros patrones de consumo


VICTOR HUGO MAJANO
CUATRO F

El llamado modelo economico rentista en Venezuela es la forma que ha adoptado el capitalismo para asegurar la apropiacion del principal recurso natural, el petroleo, por parte de los sectores dominantes y sus aliados de las corporaciones transnacionales de produccion de bienes de consumo masivo.

Por lo tanto, la derrota del capital y la construccion de una alternativa productiva anticapitalista pasa por desmontar ese esquema que ha alimentado a una burguesia altamente ineficiente y profundamente regresiva en lo referente al impulso de las potencialidades economicas de la nacion.

Para apoderarse de esa renta producto de la venta del petroleo, la burguesia ha usado diversos mecanismos para garantizar la transferencia directa o indirecta de la riqueza, toda vez que la propiedad del recurso en el subsuelo pertenece a la Republica. 

Uno es a traves de la llamada politica cambiaria, que le permite a los importadores tener accesos a divisas con tasas preferenciales y por debajo de su valor real, segun el rubro que deseen adquirir en el mercado mundial. Esto le permite acceder al mercado nacional con productos cuyo costo es menor porque la tasa especial funciona como un subsidio. Y aunque la intencion es garantizar el acceso de los consumidores a los bienes y servicios en condiciones favorables, el subsidio termina en realidad beneficiando al importador, que lo administra.

Otra, quiza la mas comun, es a traves del sobreprecio, es decir, la determinacion de precios artificialmente elevados, con tasas de ganancias que superan el 1000 %, como se comprobo durante la contraofensiva economica de noviembre de 2013. En este caso el mecanismo se apodera de los ingresos de los trabajadores o de otras transferencias y subsidios directos que el Estado otorga a sus ciudadanos, durante el proceso de compra. Asi, salarios, pensiones, becas y ahorros, pasan de las manos del venezolanos y las cajas registradoras de lo comerciantes.

Una tercera es la derivada del fraude importador, que le permite al empresariado dedicado a las compras en el exterior, adulterar facturas y declarar precios mayores a los realmente pactados, con el fin de quedarse con una fraccion de las divisas subsidiadas que le otorga el Estado. Se calcula que la mitad de las importaciones venezolanas se facturan en lugares considerados como "paraisos fiscales" donde se hace imposible verificar la veracidad de las transacciones.

Y una cuarta es la transferencia directa de recursos, en forma de creditos y subsidios, a los empresarios del sector agricola e industrial a traves de fondos de fomento de la produccion con el pretendido proposito de sustituir importaciones. El mecanismo parte de la idea de que solo esa burguesia tendria las competencias para generar riqueza y asegurar el crecimiento de la economia.

Esto indica que ha sido la burguesia, en todas sus capas, la que se ha visto beneficiada por el modelo del rentismo, por lo que en el reemplazo de dicho paradigma economico debe ser el empresariado el que asuma los mayores riesgos, y no los trabajadores y ciudadanos, como habitualmente se acostumbra.


En tal sentido cabria advertir que cuando se habla de sustituir el rentismo, y su dependencia de las importaciones,  por una cultura del trabajo productivo, no seria justo pretender que eso signifique exigirle mas trabajo a los ciudadanos, sino, al contrario recompensar y valorar mucho mas el trabajo de la gente, y en consecuencia una reduccion importante de la tasa de ganancia de la burguesia.


Paquetes productivos y patrones de consumo

Dos aspectos ineludibles para quebrar el rentismo y la dependencia intensiva de las divisas pasan por modificar los paquetes teconologicos y gerenciales de produccion y los patrones de consumo impuestos por los centros de poder mundial.

Un simple examen de los bienes que han sido objeto de la escasez inducida en los meses recientes, muestra nitidamente como la utilizacion de paquetes productivos altamente dependientes del sector externo ha contribuido con la reduccion de la produccion y la caotizacion de la distribucion.

Es el caso, por ejemplo, de la produccion avicola o porcina, cuya alimentacion depende de rubros importados debido a aspectos geneticos que deliberamente impedirian mantenerla.

O el uso de paquetes industriales sin ninguna transferencia de tecnologia, lo que obliga inevitablemente a comprar y contratar costosos servicios de soporte y mantenimiento en el exterior.

El problema se agrava cuando en las iniciativas productivas que se adelantan desde lo comunal y colectivo se comienzan a utilizar paquetes similares, lo que provoca su fracaso ante los que se puede considerar un "bloqueo" de hecho por la via cambiaria y tecnologica.

A la par, ese modelo productivo rentista, impuso en los ultimos 60 o 70 anos una serie de patrones de consumo que la sociedad identifica como la concrecion del 'buen vivir".

Asi, se pueden identificar procesos de consumo donde es intensivo el uso de componentes desechables y con niveles elevados de obsolescencia programada, que demandan gran cantidad de divisas. Casos concretos son las articulos de higiene personal como panales y toallas sanitarias, empaques y envases y consumibles de diverso tipo.

En este contexto, la ruptura del rentismo petrolero pudiera ser la clave para la consolidacion de la Revolucion Bolivariana, en tanto contempla los mecanismos de superacion de modelo de dominacion y de apropiacion de la riqueza nacional.
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