Candidato presidencial colombiano cambió “repentinamente” sus promesas electorales

Rodolfo Hernández ya no quiere el fracking ni el glifosato. 

Para "despegarse" del uribismo escribió “20 diferencias”. Mantiene su oferta sobre la marihuana, el aborto y la sexo diversidad.
Si bien la explotación petrolera a través del método de fracking y la erradicación de cultivos de coca con glifosato eran dos de sus promesas, siempre las planteó como un asunto técnico. Ahora su negativa es tajante y de principios.

A pesar de las denuncias en contra, aseguró que, en caso de ganar, dirigirá un gobierno independiente y austero que acabará con la corrupción y los funcionarios que la cometan. “Voy a reducir el tamaño del Estado y adelantar procesos de contratación por meritocracia”, escribió.

En el plano económico, prometió “dejar atrás las políticas neoliberales”: bajar el IVA de 19% a 10%, echar atrás la reforma tributaria de Carrasquilla, reactivar el campo, eliminar el 4x1000 (impuesto) y pagar la deuda del ICETEX (el Instituto Colombiano de Crédito Educativo).

Mantiene las promesas de apoyo a la diversidad sexual y al aborto en las actuales condiciones. Llama la atención que, además del matrimonio igualitario, impulsará la adopción para parejas del mismo sexo. También ofrece “respeto a la protesta social” y la no utilización del ESMAD.

Aseguró que unificará los subsidios “en una sola “renta básica que llegue directo a las familias”.

Preserva como promesas iniciales de campaña: negociaciones y acuerdo de paz con el ELN y restablecimiento de las relaciones con Venezuela.
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